domingo, 16 de septiembre de 2012

Numerología: Portal del Destino


La relación con el número es una constante propia de la naturaleza humana. Nuestra existencia está ordenada en base a ellos. La Numerología es la Ciencia que intenta entender este ordenamiento.

Un clásico de Helyen Hitchcock

Numerología, Portal del Destino”, es uno de los grandes clásicos de la literatura moderna en torno a la cuestión de los números y, principalmente, una guía práctica acerca de qué podemos hacer con ellos en nuestra vida cotidiana. Cuando Helyn Hitchcock escribió este libro lo tituló Helping Yourself with Numerology, es decir Ayudándose con la Numerología. La autora quería que el lector pudiese, mediante una serie de técnicas aplicables a la vida cotidiana, descubrir el símbolo y el poder que encierran los números y hacer que éstos le explicaran muchos aspectos de su personalidad, del entorno en el que vivimos y de la tendencia que marcan en nuestro futuro. Hitchcock logró su cometido, convirtiendo a su obra en una de las más leídas en su género.

La intención de lograr un manual que nos ayudara a comprender el extraño mundo de números que nos rodea, está planteada en la primera frase del prólogo: ¿Qué puede hacer este libro por usted? La pregunta permite no sólo entrar en el campo de la numerología sino que nos abre el camino a una comprensión diferente en el que las cifras se convierten en mensajes comprensibles a nuestras psiquis, permitiéndonos entender cómo impactan en nuestras emociones y nuestra percepción del mundo.

La Ciencia de los Números, a la que nos referimos habitualmente como “Numerología”, es tan antigua como el hombre. El número es anterior al lenguaje. De alguna manera, el número estructura al lenguaje del mismo modo que el lenguaje estructura el pensamiento. De allí que desde tiempos muy remotos los números hayan reinado sobre la vida del Hombre. ¡Y lo sigan haciendo! Helyn Hitchcock ha estudiado estas correspondencias y el resultado es justamente una obra que puede hacer que usted se ayude a sí mismo con la Numerología.

La clave está en comprender que los números no sólo tienen un valor cuantitativo sino que, como símbolos, adquieren una dimensión metafísica con un significado definido dentro de ellos. La autora no duda en afirmar que poseen características dinámicas interiores que modelan el propio destino. Esta aseveración tiene antecedentes complejos, pues los números han formado parte de los esquemas esotéricos de muchas disciplinas filosóficas y religiosas. Sabemos que los cabalistas han hecho de estas relaciones una ciencia, estableciendo vínculos entre números y letras. Basta decir que, en el idioma hebreo, las letras poseen una relación directa con el número. Son letras, y como tal, emanaciones divinas, pero a su vez son números que encierran el significado real de la letra y que éstas, al agruparse en palabras, adquieren valores numéricos específicos. El símbolo central de la Cábala –nos referimos al Árbol Sephirotal- está integrado por una década de atributos emanados de Dios, unidos entre si por 22 vías o senderos. El número 22 expresa características muy bien definidas en la obra que comentamos, al igual que el 33.

Números y Letras en el Alfabeto Hebreo

La numerología fue desarrollada por los antiguos sumerios y egipcios. Para ellos, los números también representaban deidades en tanto que, agrupados en cifras contenían mensajes vinculados al presente y al futuro de las cosas. La Numerología como ciencia fue aplicada en todo el mundo clásico y encontró en Pitágoras al más grande de sus maestros. La tetractys pitagórica es otro buen ejemplo de la década como representación de lo sagrado. Muchos se sorprenderían si conociesen los extensos tratados que sobre números y caligramas han escrito los monjes de la Edad Media intentando comprender la naturaleza del hombre y el Universo que lo rodea.

La Tetraktys Pitagórica

Los números han sido determinantes en asuntos que habitualmente dejamos de lado, o no comprendemos, simplemente porque no los vemos hasta que alguien nos los explica. Un ejemplo claro es el numero 40. ¿Por qué denominamos cuarentena al período de purificación? Simplemente porque de las escrituras judeocristianas surge que cuarenta días duró el diluvio, cuarenta años vagó el pueblo hebreo antes de entrar en la Tierra Prometida, cuarenta días pasó Jesús en el desierto. Todos estos procesos han tenido que ver con la purificación. De allí que aquello que está impuro o contaminado debe “ponerse en cuarentena”.

Helyn Hitchcock no sólo nos explica qué es la numerología, sino que desde el principio del libro lo hace con ejemplos. No se queda en el campo teórico sino que de inmediato nos sumerge en un mundo de significados que nos enseña a organizar en un gráfico numerológico. A partir de ese momento el libro se convierte en una aventura. Los nombres toman una dimensión inimaginable. Nos hablan sobre el destino y el propósito de la vida; nos apartan del concepto de adivinación para hablarnos de un sendero natal, de una tendencia a la manera que se nos explica la influencia de los astros. Nos invita a explorar nuestros talentos y debilidades, porque al conocer aquellos desafíos a los que estamos expuestos esto nos permite conocer acerca de los escollos que la vida nos depara. De allí en adelante otra puerta fascinante nos eleva hacia dimensiones espirituales que tienen que ver con la comprensión del Universo, regido por las mismas relaciones numéricas a una escala mayor, pero similar a las que rigen en nuestra vida diaria. Incluso la sorprendente cuestión del nombre propio y de cómo su alteración puede producir cambios profundos en nuestro futuro. ¿Acaso los monjes cristianos o budistas no cambian su nombre al ordenarse como símbolo de una vida nueva?

Entrar en el mundo de los Números es, en definitiva, acceder al juego primordial que ha dado vida a todo lo que existe.

1 comentario:

  1. excelente libro, lo tienen en formato virtual? donde? no lo he conseguido en ninguna libreria de la web.
    Saludos,
    manfredojustiniano@gmail.com

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